¡Llegó el momento! ya decidiste emprender, y con ello la idea de comenzar a construir tu marca personal. Es común para todos que al momento de emprender nuestra marca personal cometamos diversos errores, algo que debes saber es que esto no es algo que solo queda al momento de construir la marca, hay una verdad y es el hecho de que a medida de que vamos avanzando y creciendo tendemos a cometer diversos errores durante el camino. Hoy te vamos a mencionar alguno de los errores que solemos cometer.

La “ficción” supera a la realidad

Uno de los errores más comunes es “mostrarnos” en la teoría como algo excepcional y al momento en que el potencial cliente se involucra se da cuenta que no somos tan buenos como lo hacemos al momento de publicitarnos.

Imitamos mucho y creamos poco

Otro error común es el hecho de querer hacer lo mismo que nuestra competencia, en vez de apostar a hacer algo auténtico y real. Nunca debes olvidar que cada marca es única, y cada una tiene lo que le hace especial en el mercado, en función a eso es que debemos trabajar.

No monetizar nuestra marca

Nunca debes olvidar que ella te tomará mucho tiempo para hacerle crecer, y con ello mucho dinero también, por tanto debes buscar alguna forma de poder monetizarla lo más pronto posible. Siempre tendrás diversos factores que podrán representarte algún “gasto”, pero acá te invitamos a verlo como algún tipo de inversión.

Algunos de tus gastos pueden ser: Creación de identidad, página web, eventos, recursos y herramientas, Etc…

Por último; No vueles tan alto, mejor trabaja hasta donde puedas abarcar.

Es necesario que cuentes con un enfoque claro y te mantengas mientras vas creciendo, no busques hacer mucho más de tu capacidad y de lo que puedes hacer ahora. Al principio nos pasa a la mayoría, queremos agradar a todos, llegar a todos y simplemente no es así; recuerda que las grandes marcas trabajan por nichos y conforme a lo que pueden abarcar por medio de sus recursos.


Tomará algo de tiempo, pero recuerda que para poder trascender debes mantenerte en tierra firme e ir trabajando en función al ahora sin perder la vista en el futuro, por supuesto.